Día Mundial de la Espondilitis Anquilosante

Día Mundial de la Espondilitis Anquilosante
3 de mayo 2025
El primer sábado de mayo se celebra el Día Mundial de la Espondilitis Anquilosante, una patología inflamatoria, crónica y progresiva de origen inmunitario que afecta al 1% de la población a nivel mundial.
Con la creación de esta efeméride se pretende visibilizar las causas e impacto de esta enfermedad autoinmune. Asimismo, sensibilizar a la población acerca de la importancia de efectuar un diagnóstico oportuno o en fases tempranas.
La Espondilitis Anquilosante (EA) es una enfermedad de origen inmunitario e incurable. Se caracteriza por una degeneración e inflamación crónica, de los tejidos de las articulaciones de la columna vertebral y sacroilíacas.
Causa dolor e incapacidad, así como el endurecimiento progresivo de las articulaciones. Ocasiona una flexibilidad reducida en la columna vertebral, generando una postura encorvada hacia adelante.
Esta enfermedad reumatológica puede tener una predisposición genética y suele manifestarse en adultos jóvenes, con edades comprendidas entre los 20 y 30 años. Es más común en hombres que en mujeres.
Al no detectarse y tratarse a tiempo, esta enfermedad puede derivar en discapacidad física, pérdida de la independencia, angustia emocional y disminución de la integración social.
Algunos de los síntomas y manifestaciones más frecuentes de la Espondilitis Anquilosante son los siguientes:
- Dolor agudo en la parte baja de la espalda por más de tres meses.
- Rigidez matutina, con al menos una hora de duración.
- Limitaciones para expandir la caja torácica.
- Dolor e inflamación en hombros, rodillas, talones, tobillos y cuello.
- Inflamación ocular (uveítis): La uveítis es una de las complicaciones más frecuentes de la espondiloartritis anquilosante y puede causar la aparición rápida de dolor en los ojos, sensibilidad a la luz y visión borrosa. Si presentas estos síntomas, consulta con tu médico de inmediato.
- Problemas cardíacos: La espondiloartritis anquilosante puede provocar problemas con la aorta, la arteria más grande del cuerpo. La aorta inflamada puede aumentar su tamaño al punto de distorsionar la forma de la válvula aórtica en el corazón, lo que deteriora su funcionamiento.
No se ha establecido una cura definitiva para esta enfermedad, la cual debe ser controlada por un médico reumatólogo y un equipo de especialistas para mejorar el estado físico y emocional del paciente.
Se recomiendan los siguientes cuidados:
- Mantener postura adecuada en el trabajo y durante el sueño
- Colchón duro
- Gimnasia diaria para fortalecer los músculos del abdomen y espalda.
- Abandonar el consumo de tabaco.
Se estima que en España más de medio millón de personas padecen esta enfermedad.